Un ventilador es un dispositivo que hace circular el aire para refrescar el ambiente de nuestro hogar. Su mecanismo hace que las aspas giren para proporcionan un aire frío. Generalmente, contiene un rodete con aspas que giran para mover el aire, aunque en función del modelo también puede tratarse de una hélice.
Puede funcionar con dos sistemas:
Axial: impulsa el aire en la dirección paralela al eje de las aspas. Con este tipo de funcionamiento se consiguen mover grandes volúmenes de aire con poca presión.
Centrífugo: dirige el aire hacia una carcasa, donde se expulsa por una “boca”, en ángulo recto al eje de rotación de las aspas.
A la hora de decantarse por uno u otro modelo, hay que tener en cuenta que la mayoría son ventiladores pequeños que se pueden transportar fácilmente. Además, como la mayoría son ventiladores portátiles que se pueden mover de una a otra habitación mediante su asa. Por lo que siempre podrás aclimatar la habitación en la que estés.
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Este tipo de sistemas de climatización son bastante económicos, puedes encontrar toda clase de ventiladores por menos de 50 euros. Si no cuentas con mucho presupuesto puedes optar por estos sistemas para refrescar tu hogar en los meses más calurosos.
A la hora de escoger uno u otro modelo, deberás tener en cuenta el tamaño y el espacio de la estancia donde quieres usarlo, además del número de personas que van a beneficiarse de él. A continuación, puedes ver una tabla con las ventajas e inconvenientes de cada tipo de ventilador.